
Al igual que los humanos nos alimentamos de distinta forma en etapas como el periodo de lactancia, la adolescencia o la vejez, los felinos también tienen necesidades nutricionales distintas dependiendo de en qué fase de su vida se encuentren. Veamos qué tipo de alimentación es más aconsejable en cada una de ellas.
Recién nacidos
Los gatitos recién nacidos no siguen más que el instinto básico de mamar, así pues, basta con dejar que la naturaleza siga su curso. Durante sus primeras semanas de vida los cachorros obtendrán todos los nutrientes que necesitan de la leche materna.
El destete
A partir de la cuarta semana de vida, los pequeños gatos comienzan a tomar interés por todo lo que les rodea, y ello incluye la comida que su madre ingiere habitualmente. Por ello, conviene ir proporcionándoles poco a poco comida húmeda, mejor incluso si es adaptada a cachorros. También puedes mezclar comida seca con un poco de leche para gato o con agua para reblandecerla.
Durante un tiempo, los pequeños continuarán mamando leche materna y la alternarán con este tipo de alimentos, lo que no debe preocuparnos, ya que se necesita un periodo de adaptación a su nueva dieta y es mucho mejor si éste se lleva a cabo de forma gradual.
Gatos pequeños
Hasta cumplido el primer año de vida no podemos considerar a un gato como adulto, por lo que, a partir del segundo mes y hasta entonces, se verá envuelto en una etapa de crecimiento que le requerirá un aporte energético y nutricional importante. Sin embargo, en esta etapa los pequeños gatos todavía no tienen un estómago con demasiada capacidad, por lo que necesitarán alimentarse con mucha frecuencia.
Gatos adultos
Las necesidades nutricionales de un gato en su vida adulta dependen de factores como su edad, actividad física o tamaño.
En muchas ocasiones se comete el error de alimentar a los gatos con los restos de la comida de sus dueños, pero hay que tener en cuenta que el balance nutricional de un felino difiere del de un humano, por lo que, con este tipo de conducta, no podemos garantizar que el animal esté obteniendo de su dieta todos los nutrientes que precisa.
Resulta mucho más adecuado combinar durante el día comida seca y comida húmeda específica para gatos, ya que este tipo de alimentos ofrecen el aporte calórico necesario y raras veces un gato come cantidades más allá de las necesarias.
Gatas en periodo de gestación
Durante las nueve semanas que dura el periodo de gestación, las necesidades alimenticias de la gata requieren un mayor aporte de proteínas y calcio. Es normal que, según se acerca el momento del parto, el apetito de la gata aumente de forma desmesurada, llegando incluso a ingerir el doble de la cantidad habitual. Debido a esto, puede ser conveniente ofrecerle comida “junior”, es decir de gatos en periodo de crecimiento, ya que su aporte energético y nutricional es mayor.
Gatos Mayores
El envejecimiento de los felinos comienza a partir del octavo año de vida. Como es normal, en esta etapa el gato disminuye su actividad física, pero también se producen una serie de cambios metabólicos que influyen en el modo en que debemos alimentarlo.
La capacidad del intestino de digerir grasas y proteínas disminuye, razón por la cual debe realizarse un aporte extra de estos nutrientes, especialmente si observamos que el animal baja de peso.
En otros casos puede darse el caso contrario y que la reducción en su actividad física traiga como consecuencia el sobrepeso. Antes de permitir que el gato comience a tener un problema de obesidad, deberemos ajustar su dieta mediante una alimentación baja en calorías.
Como verás, la alimentación del gato es muy variada a lo largo de su vida y, por esta razón, tenemos que adaptarnos a su crecimiento para variar su alimentación correctamente.