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Algunos dueños prefieren ofrecer comidas frescas cocinadas. Aunque estas son generalmente muy sabrosas, no contienen todos los elementos esenciales para mantener a un gato, en especial si es de corta edad, en una condición óptima.

Una carne como el bistec, por ejemplo, es deficitaria en ciertos aspectos, notablemente en cuanto a la proporción calcio y fósforo, con un gran desequilibrio a favor del fósforo, y de muy bajo contenido en vitamina A, mientras que el hígado es una fuente valiosa de esa vitamina, los despojos, por lo general son bajos en calcio, aunque la leche puede ayudar a contrarrestar cualquier deficiencia de calcio en la dieta. Por lo tanto es importante la variedad, cuando se trate de comidas frescas.

Puedes usar un suplemento de vitaminas y minerales en forma de polvo, para contrarrestar cualquier desequilibrio. Este suplemento se espolvorea sobre la comida del gato. Tales productos no serán necesarios si al gato se le proporciona una dieta equilibrada y completa.

Comida fresca para gatos

Nunca alimentes a tu gato con comidas frescas como norma arreglar, aunque puedes alternarlas si van a constituir el punto fuerte de la dieta del gato.

La comida fresca debe cocinarse bien, dado el riesgo de que trasmita bacterias o parásitos a tu gato. Sin embargo, no se la des caliente, porque puede quemarle la boca.

El pescado, en particular, es mejor cocido, porque ciertos tipos contienen una enzima conocida como tiaminasa, que destruye la vitamina B1 presente en la dieta, creando una deficiencia. Esto puede provocar una baja del apetito y el gato se irá volviendo progresivamente más apático. Si esto no se corrige, aparecerán ataques, seguidos de muerte. Cuando está cocido, sin embargo, esta encima del pescado se desactiva.

Otro punto importante a verificar con el pescado es que esté adecuadamente fileteado. Las espinas son potencialmente letales para los gatos, porque pueden producir una obstrucción.

El aceite presente en ciertas clases de pescado también representa un peligro si los pescados son la base de la dieta del gato. Pasado un periodo de tiempo, puede surgir el trastorno conocido como “enfermedad de la grasa amarilla” o pansteatitis.

Otro signo típico de pansteatitis es la torpeza y, por cierto, un gato del que se piensa que tiene problemas de conducta, puede, de hecho, estar afectado por esta dolencia. Esta enfermedad es más probable que aparezca en los individuos jóvenes y obviamente el tratamiento pasará por modificar la dieta. También se recomienda, por lo general, un suplemento de vitamina E, ya que los gatos que padecen la enfermedad de la grasa amarilla tienden también a tener déficit de esta vitamina.

Otras enfermedades nutricionales importantes en los datos surgen de una sobredosis de ciertas vitaminas en especial aquellas que pertenecen al grupo al grupo de las solubles en grasa, y que comprenden las vitaminas A, D, E, y K. En particular en el hígado. La administración de aceite de hígado de bacalao como tínico necesita, por lo tanto, llevarse a cabo con cautela, ya que aunque es una valiosa fuente de tales vitaminas, un exceso durante un periodo de tiempo resultará inevitablemente dañino.

Esto puede ser exacerbado por la comida del gato. Por ejemplo, una dieta que contenga tanto hígado como aceite de hígado de bacalao que es probable que precipite la enfermedad conocida como “hipervitaminosis A”, ya que ambos elementos son fuentes de vitamina A.

Esta enfermedad afecta negativamente al crecimiento de las patas delanteras y también te causar malformación de la columna vertebral uno de los signos precoces puede ser un porte rígido y, además, el gato no querrás ser manipulado, porque le resultaba doloroso.

Los gatos pequeños tienen más riesgo a causa de deficiencias nutricionales en su dieta, debido a su rápido ritmo de crecimiento. Las anormalidades óseas son casi inevitables si se los alimentos con una dieta basada exclusivamente en despojos y carne, dada la relativa escasez de calcio en estas comidas.

Las reservas de calcio del cuerpo se concentran en el sistema óseo, pero es potencialmente peligroso alimentar al gato con huesos, en especial con esqueletos de pollo, que son frágiles y se astillan con facilidad. Por ello se recomienda la adición de un espolvoreado de hueso molido esterilizado. Los productos de granja, en particular el queso, también son valiosos por su contenido de calcio.

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