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Los trastornos digestivos en los gatos pueden manifestarse de muchas maneras y a veces son más comunes de lo que nosotros podemos imaginar. Cuando nuestros gatos tienen algún problema en la ingesta de alimentos por que han comido algo que por una razón u otra les produjo indigestión, hay que estar muy pendiente siempre de nuestras mascotas porque ellos tienen una forma distinta de expresar las cosas que los humanos. Es por esto que siempre hay que monitorear la característica y color de sus desechos, y sobre todo ver su conducta. No hay nada que yo recomiende como automedicación para un gato con algún tipo de trastorno digestivo que no sea una llamada al veterinario o una visita de urgencia para verificar con precisión que sucede.

De todas maneras, lo más importante ante cualquier cosa es que nosotros debemos de ir a la raíz del problema y determinar si el gato consumió algún alimento en descomposición o si en su entorno había alguna comida o desecho que produjo que este al consumirlo contaminado, afectara su estomago.De ser así –que haya contaminado con algo en mal estado—hay que determinar que fue y supervisar esto con suma urgencia.

Ahora bien, cuando tu gato presenta algún trastorno de intestino irritable o lo que comúnmente se llama intestino ligero, ya es algo que debemos tomarlo con mayor seriedad porque se trata de algo que debe resolver un profesional e indicar el tratamiento que debe llevarse a cabo. Tanto el dolor abdominal, la diarrea, el estreñimiento y todo lo que padece un gato a nivel de sus intestinos es prácticamente similar al de los seres humanos, por lo que no será un problema para nosotros comprender el proceso que este puede pasar.

Cuidar bien a nuestro gato es algo que nosotros debemos de aprovechar siempre y debemos de sacarle un gran provecho a lo mismo en todo el sentido de la palabra. El cambio de los hábitos alimenticios de tu gato e incluso el agua que se toma es algo que nosotros debemos de revisar y tomar en cuenta desde el momento que nos damos cuenta de que algo ha estado ocurriendo. Tu veterinario siempre tendrá en este caso la última palabra porque va a indicar un tratamiento específico para la situación que tiene tu mascota. No obstante a esto, es importante que nosotros tengamos a mano todo lo que se necesita para que ayudemos a que nuestro gato pueda recuperarse rápidamente.