El lince es un gato salvaje de tamaño medio, con unos rasgos físicos únicos: cola corta, pelaje con manchas negras, adornos en el cuello y largas orejas con penachos. La palabra lince proviene de un término griego que significa “ojos brillantes”. En la actualidad existen cuatro especies: lince euroasiático, lince canadiense, lince ibérico y lince rojo.
Hábitat
Los linces son animales muy versátiles, por lo que viven en distintas regiones de Asia, América del Norte y Europa. La mayoría habita en bosques y praderas. Se han adaptado bien a los climas fríos gracias a su pelaje largo y a sus patas, diseñadas a modo de raquetas para caminar en la nieve. Por lo general, prefieren zonas de abundantes arbustos y hierbas altas, aunque también se les encuentra en la tundra de las altas latitudes. Rumanía cuenta con 1.500 ejemplares, que representan casi el 40% de la población europea de lince. Está considerado como el animal más emblemático del país.
Etimología de la palabra lince
Durante el día el lince se dedica a descansar y mantenerse a salvo de los depredadores. Al caer la noche es cuando empieza su actividad, ya que es un cazador nocturno. Está dotado de un oído agudísimo y una gran capacidad visual. El nombre de lince deriva de Linceo, un personaje de la mitología griega al que se atribuía una vista extraordinaria, que le permitía incluso ver objetos enterrados. Otra acepción es la palabra latina “lux” (luz). Es probable que a este felino se le llamara lince por el brillo de sus ojos.
La piedra de lince
El historiador Plinio fue el primero en describir el Lincurio o piedra de lince, asegurando que procedía de la orina solidificada del felino. Este mineral era en realidad un belemnites, al que se le atribuyeron poderes medicinales para las dolencias del riñón o vejiga, ya que son los órganos que producen y acumulan orina, y en los que pueden formase cálculos o piedras.
“La descomposición de la orina puede producir amoniaco cuyos vapores producen la irritación de los ojos y promueve la producción de lágrimas, a las que se suponía la capacidad de curar ciertas dolencias oculares. Los polvos obtenidos de la trituración de las «piedras de lince» fueron utilizados en el tratamiento de diversas dolencias oculares, usándose tanto en los seres humanos como en los animales domésticos.
El lince ibérico
El Lince Ibérico (Lynx pardinus), es un felino endémico de la Península Ibérica. Mientras que en Portugal ha llegado a extinguirse por completo, este felino aún se encuentra en los bosques mediterráneos de España. Actualmente, la población de linces en España es de entre 100 y 120 individuos, lo que lo sitúa entre las especies más amenazadas del mundo. La mayor parte (unos 70) vive en Sierra Morena, y tras una larga campaña de conservación se ha conseguido mantener una reducida población estable en el Parque Nacional de Doñana. El resto se halla disperso por zonas de Salamanca, Cáceres, Montes de Toledo o Madrid.
El lince tiene preferencia por entornos con abundante matorral alto, roquedos y ecotonos entre matorral y pasto. Este tipo de paisaje también es el preferido del conejo forestal, por lo que le facilita el alimentarse de esta presa. Para su supervivencia, la zona en que habite el lince debe contar al menos con un conejo por hectárea, ya que este roedor es la base de su dieta. Sin embargo, cuando la población de conejos se reduce en invierno, se decide por la caza de patos u otros roedores.