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Un gatito ha estado vagando en tu jardín durante algún tiempo y tomando el sol, él lo observa de lejos. ¿Y te preguntas si sería posible adoptar este gato y ofrecerle la comodidad de un hogar en este clima invernal que se avecina?

¿un gato salvaje?

¿Qué se quiere decir con “gato salvaje”? La definición es importante porque estamos hablamos de una especie diferente de gato que todos conocemos. El gato montés europeo, Felis Silvestri silvestris , es de hecho una especie diferente y resulta ser el ancestro genético del Felis Silvestri catus, nuestro gato doméstico.

 

El gato montés europeo, Felis Silvestri silvestris

Podrás observar un gato salvaje europeo en nuestros bosques de Europa, pero debido a su naturaleza extremadamente temerosa y discreta, es necesario armarte con mucha paciencia y sobre todo para ser muy afortunado para verlo. Del de tamaño y aspecto similar a nuestro gato clásico, este es marrón y su cola con tres o cinco anillos de negro. Olvídate de cualquier aventura con este felino que vive exclusivamente en libertad.

 

El gato doméstico, Felis silvestris catus

El gato doméstico, Felis silvestris catus, es una especie que incluye gatos sin raza, gatos callejeros y gatos de raza pura. La diferencia de denominación radica en la forma de vida y la influencia directa del ser humano en su reproducción.

 

El gato de raza está en la base del apareamiento de dos gatos básicos que dieron gatitos de un color y de una morfología particular que los hombres guardaron, seleccionaron y reprodujeron para dibujar un tipo reconocible y constante.

 

El gato sin raza (también llamado gato común europeo de una manera errónea, ya que esta es no una raza reconocida) es el gato más común que puede ser de muchos colores, con rayas, más o menos grande, es el típico y que No pertenece a ninguna raza reconocida.

 

El gato callejero, es marrón dependiendo de su cercanía al hombre, no tiene dueño, vive en grupos cerca de recursos alimenticios o solitario lejos de las ciudades. El punto en común de este último es tener los mismos genes, y que pueden reproducirse, pero su forma de vida es diferente. Se les llama «domésticos», por su capacidad para vivir en una casa o cercano al hombre, aunque esto diferirá según muchos factores.

 

La pregunta de este artículo es el Felis silvestris catus viviendo fuera y que no tiene, a priori, ningún propietario. Si queremos integrar a este jovencito en la familia… ¿Podemos hacerlo? Claro que sí.

¿Y si quisiéramos adoptar una gato salvaje o gato montés?, la repuesta sería un rotundo no.

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