Cuando escojas un gatito, dejas hablar sólo a tu corazón, examina también el estado de salud del animal:
Comportamiento: Los gatitos sanos alborotan, juegan y hacen travesuras con sus hermanos. De vez en cuando, echan una siesta; a menudo, inmediatamente después del juego. Ante las personas extraña, se comportan, al principio, y por lo general, con reserva, pero al rato les vence la curiosidad. En cambio, los gatos enfermos se sientan en diferentes en su rincón y tienen un aspecto completamente apático.
Ojos: Son claros y brillantes. Los ojos enrojecidos, legañosos o con mucosidades son síntomas de enfermedad.
Nariz: Está seca y cálida, pero no caliente. Los orificios nasales no tienen mucosidades. El animal no estornuda continuamente y no tiene ningún flujo nasal.
Orejas: Reaccionan ante cualquier ruido. Por dentro, están limpias. Cabecear rascarse las orejas a menudo indica la presencia de una inflamación en el oído interno o de ácaros.
Dientes y encías: En las crías, los dientes todavía no están completamente desarrollados. En los adultos, es preciso observar que no haya sedimentos parduzcos o verdosos. Las encías deben tener un color pálido. Si están enrojecidas, indican la presencia de una inflamación.
Pelaje: Está limpio. En los ejemplares jóvenes, tiene un tacto sedoso; en los animales adultos, es suave, no hirsuto. El pelaje debe brillar. Los claros en el pelaje o el hecho de rascarse continuamente son señales de enfermedad.
Vientre: Toca con cuidado el vientre del gatito. No debe tener un aspecto exageradamente gordo ni hinchado, ya que esto puede indicar la presencia de gusanos. Sin embargo, ten en cuenta que es muy probable que tenga un vientre bien redondo inmediatamente después de comer.
Cuerpo: Un gato joven tiene un cuerpo bien movido y no demasiado flaco. En un gato adulto, si no se trata de una gata preñada, el peso excesivo se manifiesta sobre todo por la presencia de una tripa protuberante. El peso normal de un gráfico datos de raza es de unos 2 kilos y medio un gato doméstico voluminoso puede llegar a pesar hasta 5 kilos y medio.
Zona anal: Debe estar limpia. La presencia de incrustaciones de excrementos puede ser un síntoma de diarrea.