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Su característica más peculiar del gato persa, es su largo y sedoso pelo y su cara redonda y nariz achatada. Si quieres saber más de esta peculiar raza, en este artículo conocerás un montón de curiosidades sobre el gato persa.

Historia del gato persa.

El gato persa desciende del gato de angora y proviene de la antigua Persia. De la misma manera que el antecesor, de ahí viene su nombre.

El gato persa que conocemos hoy en día tiene su origen en Inglaterra en el siglo XIX, al cruzar al originario gato persa puro con el gato de angora blanco. De esta manera se consiguió una raza con un pelo mucho más largo, más sedoso y con una mayor variedad de colores. A partir de aquí, fue un gato que gustó muchísimo a la aristocracia y clases altas de Inglaterra y Francia, y pronto se pasó a Estados Unidos, consiguiendo gran popularidad.

Descripción.

A diferencia del gato de angora, el gato persa es de tamaño grande, el cuerpo es muy musculoso y redondo, con una estructura ósea muy robusta y sus patitas son cortas y fuertes. Hay que tener especial cuidado con su alimentación, en especial si ha sido esterilizado, ya que es un gato que tiende al sobrepeso.

Hay dos características que definen al gato persa, una es su cara y otra es su pelaje.

La cabeza es redonda y ancha, los pómulos son prominentes y el hocico es corto acabando en una nariz achatada. Los ojos son especialmente grandes, redondos, muy abiertos y brillantes de color anaranjado o, incluso, dispares. La cara la rematan unas orejas pequeñas y redondas muy separadas entre sí, enterradas entre su gran pelaje.

Su pelo, es lo que hace al gato persa único. Es abundante, largo y muy, muy sedoso, y su cola es redondeada y peluda. Esto es lo que le da al gato persa ese aspecto redondo y robusto del que hemos hablado. En cuanto a los colores de su pelaje, suele ser muy variado: puede ser de color único, como azul, blanco, negro, rojo, crema; o bien, pueden ser de colores variados.

Este pelo tan especial requiere muchísimos cuidados por parte de sus amos, ya que al ser tan largo, el gato persa no es capaz de asearse él sólo, por lo que es necesario que se lo cepillemos diariamente, e incluso llevarlo a una peluquería felina cada cierto tiempo. Si no se hiciese acarrearía serios problemas de salud para el gato.

Carácter y comportamiento.

 El gato persa es un animal tranquilo y muy dormilón. A diferencia de otras razas de gatos, no son muy independientes, les encanta estar en familia y rodeados de gente y les encantan los niños. Son muy cariñosos, y siempre estarán reclamando tu atención y tus mimos. Un punto muy curioso, es que es muy presumido y le gusta, por así decirlo, lucirse y mostrar su precioso pelaje.

Otra curiosidad de este gato, es que al ser siempre un gato que ha vivido con el hombre, ha perdido todo instinto cazador, por lo que si viviese en la calle no sería capaz de encontrar comida y agua.

Esperamos que hayas aprendido algo más sobre este precioso gato y, que si no tienes uno, te animes a adoptarlo ya que es ideal si tienes una familia y niños.

¡Hasta la próxima!

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