Los gatos consideran a los seres humanos felinos grandes y un poco estúpidos, según un biólogo estadounidense.
Un gato un poco estúpido. Eso es cómo tu gato te recibirá, según el biólogo estadounidense John Bradshaw (Universidad de Bristol, Gran Bretaña), según esta tesis, que aunque con cierto sentido, es algo inusual porque ningún estudio científico digno del nombre realmente ha podido probarlo, desarrollada en su libro titulado «Sentido de gato”.
Según este especialista de gatos, los felinos percibirían sus amos como versiones de sí mismos más grandes… y sobre todo mucho más ingenuos. De hecho, siempre según el biólogo, por ejemplo, con el hecho de que nosotros no les agredamos para robarles su comida y más aún que destinemos esfuerzos para satisfacer sus necesidades de todo tipo, animamos a los gatos para percibir a los seres humanos como ingenuos y fácilmente manipulables.
¿Cuáles son los elementos que hacen que John Bradshaw sugiera que los gatos consideran a sus amos como grandes felinos? Varias observaciones están en el origen de esta hipótesis, entre ellas el hecho de que los gatos acostumbran a frotarse contra sus amos, que es un comportamiento que adoptan también con los congéneres que conocen bien.
Otro elemento que refuerza esta hipótesis: El hecho de que los gatos exhiben la cola vertical cuando ven a sus amos, un comportamiento conocido por ser un signo de saludo entre los gatos, según el biólogo afincado en Gran Bretaña.
En cuanto a la idea de cómo somos los humanos, los seres humanos serían percibidos por los gatos como congéneres inofensivos y un poco ingenuos, el Dr. Bradshaw se basa en la observación de que los gatos siguen siendo animales salvajes en gran parte (de acuerdo con el biólogo, el 85% de los genes de los gatos domésticos proceden de los gatos salvajes en cruces relativamente recientes).
Por lo tanto, en principio, estarían antes todos acostumbrados a relaciones entre congéneres basadas en actitudes de dominante a dominado y por lo tanto, nuestra actitud hacia ellos, la interpretarían como una actitud perpetuamente inofensiva y benévola de sus amos como evidencia de la ingenuidad e incapacidad para hacerles daño.
Otros estudios, simplemente apuntan a que el comportamiento de los gatos respecto a nosotros responde a que nos ven como sus mayores o sus padres y ante nosotros siempre reflejan una actitud de adolescentes no totalmente adultos. Pero todos los estudios coinciden en que los gatos nos consideran un poco tontos, en este último caso, debido a que por ejemplo no podemos ver bien en la oscuridad y podemos tropezar con ellos, cuando para ellos “se ve perfectamente”.
