En muchas ocasiones a los gatos se les da cierto permiso que los perros no tienen, el de dormir en la cama de sus propietarios. Aunque resulte cómodo para él dormir en la cama del dueño, esto podría llegar a ser incómodo para el humano y por ende, qué mejor que adquirirle una en el mercado exclusiva para el felino.
Cama de lujo
Este tipo de camas para gatos pueden llegar a proporcionarle una extrema comodidad al dormir, aunque el dueño reniegue del valor de la misma. Generalmente, se encuentra elaborada con varias capas de tejidos para asegurar el calor necesario para el animal y que por ello, el frío del suelo no le llegue. Asimismo, es mucho más grande que otras y permite que pueda estirarse como desee. Esta opción es ideal cuando hay dos gatos en la casa, dado que si se llevan bien, hasta podrían dormir juntos.
Cestas
Las hay de diferentes formas y materiales, y además de ser cómodas para el animal, son súper vistosas y van perfectas con el diseño del hogar. Es aconsejable para gatos y perros pequeños, pues con tan solo un par de cojines o almohadas, podría convertirse en uno de los lugares más acogedores para que la mascota pueda dormir. Las más comunes son las de mimbre, lindas y resistentes.
Tapete de ventana
Si al gato le encanta estar durante todo el día en la ventana e incluso dormir allí, una buena decisión sería la de conseguir una estera de ventana para transformar este lugar en una cama acolchonada para él.
Camas calientes
Son ideales para las temporadas más frías del año, ya que a la gran mayoría de los felinos, les encanta estar dentro de un lugar cálido, en especial cuando se van a dormir. Por tal motivo, las camas con calefacción o las hamacas para calefacción pueden ser cómodas para el gato, ya que no tendrá que molestar su sueño durante el invierno por sentirse con frío.
Por lo general, son de muy bajo consumo y puede regularse la temperatura entre los 27º C y los 37º C, pudiendo ser usada tanto dentro como fuera de la vivienda. Su cable eléctrico se encuentra protegido no solo de las condiciones climáticas, sino también de los mordiscos y juegos del gato.
¿Cómo convencerlo para dormir en su cama?
Si le compraste una cama a tu gato pero ves que el mismo no quiere dormir en ella, trata de cambiarla de lugar y ubicarla en donde siempre duerma. Por otra parte, puedes probar en un lugar en donde dé el sol para que duerma la siesta o muy cerca del radiador en época invernal.
Algunos gatos adoran dormir en un nivel más elevado al del suelo, por lo que puedes poner la cama en un estante y hasta colocarle una manta o un cojín para que se anime a dormir allí.
Alábalo y prémialo con mimos y palabras cariñosas para que pueda usar su lugar y si nada funciona, pon un poco de hierba gatera alrededor de la cama para gatos.