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Posibles causas: Actividad de marcar el territorio por parte de gatos en la madurez sexual; infecciones de las vías intestinales y urinarias; la bandeja del gato se encuentra en un lugar inadecuado, por ejemplo, en un sitio poco tranquilo o al lado del comedero.

Otros motivos pueden ser: poca arena en la bandeja del gato. El tipo de arena no gusta al gato; la bandeja es demasiado pequeña; la tapa (en las bandejas cubiertas) es demasiado baja o el orificio de entrada es demasiado pequeño o tiene una puerta y el gato no está acostumbrado a abrirla; la bandeja se limpia de forma irregular o huele a desinfectantes; se han producido cambios en la vida del gato, por ejemplo, el traslado a una nueva vivienda; la prohibición repentina de entrar en lugares determinados de la vivienda.

También la entrada de nuevos inquilinos en la zona del gato (otro gato una pareja, un bebé, un perro…) o la tensión provocada por la presencia de unos cuantos gatos o las peleas entre personas pueden alterar sensiblemente el equilibrio psíquico del gato.

Remedio: La actividad de marcar su territorio rociando con orina se impide con la castración. Si se trata de un trastorno psicológico, sólo puede ponerle remedio el veterinario.

La suciedad de origen desconocido reclama una gran intuición:

En primer lugar, se debe preparar la bandeja del gato lo más atrayente posible: llénala sólo con arena que acepte el gato hasta una altura de aproximadamente 10 centímetros y cambia la arena diariamente si es necesario hasta que el gato se acostumbre a ella. En el caso de algunos gatos incluso varias veces al día. Algunos gatos prefieren como bandeja grandes cubetas sin techo, pero la mayoría acepta con gusto las bandejas en forma de cavidad cubierta.

Si, de todas formas, no obtienes resultado alguno y el gato sigue utilizando de forma consecuente una o varios sitios de la vivienda para deponer sus excrementos, prueba lo siguiente: Coloca en sus sitios favoritos bandejas para gatos e intenta de esta forma acostumbrarlo a ellas; cambia el revestimiento del suelo en esas zonas (poniendo plástico u otro tipo de material encima para que el gato lo encuentra diferente o coloca la comida allí, porque, normalmente, los gatos no hacen sus necesidades cerca de la comida.

También existe la posibilidad del condicionamiento negativo para alejar al gato de los sitios en los que hace algo no deseado. Sorprende a tu gato en plena fechoría armado con un pulverizador y rocíale con agua en la nariz esto les resulta desagradable, a continuación pulveriza el lugar del cual se quiere alejar al gato con un repelente para gatos. Por supuesto, no debes usar el repelente directamente sobre el gato.

Algunos gatos prefieren un fondo determinado para hacer sus necesidades, como, por ejemplo, periódicos, ropa recién lavada, alfombras, bolsas de plástico. También existe la posibilidad de poner estos materiales en la bandeja y sustituirlos progresivamente por la arena.