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No es tan complicado, paciencia y mucho cariño. El gato es un animal muy territorial y de costumbres bastante arraigadas. Ama su casa, su espacio, es allí donde se siente cómodo, sabe el lugar exacto de las cosas y se siente seguro sin ningún tipo de amenazas. Por lo tanto, llevarlo a disfrutar de las vacaciones no es tarea fácil pero tampoco imposible. Salir de vacaciones con el gato tiene sus trucos.

Desde pequeños

Lo mejor es acostumbrarlos a salir desde pequeños. De esta manera le será mucho más fácil asumir estadías en ambientes distintos a su hogar. Para salir de vacaciones con el gato se recomienda un tiempo largo fuera de la casa; ya que les toma algo de tiempo acostumbrarse, y si es corto el paseo al estar de regreso el gato todavía estará tratando de adaptarse al sitio donde estuvo. En este último caso es mejor dejarlo en casa bajo la tutela de alguien que esté pendiente de su comida, cambiar la caja de arena y hacerle algo de cariño.

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Ahora bien, si decidiste salir de vacaciones con el gato ten en cuenta verificar con anticipación los requisitos para su traslado en tren o avión, aunque lo mejor es llevarlo en auto junto con la familia. Su separación de ésta, aún cuando sea muy breve puede estresarlo. Si van a un hotel es necesario avisar que llevan mascotas, muchos establecimientos las aceptan, especialmente cuando están bien criados y no hacen destrozos o alborotos. En caso de llegar a una casa particular de campo o playa, se recomienda asear muy bien para eliminar rastros de otros animales que pudieran perturbar al gato. Aún cuando la familia esté relajada de horario, al gato hay que respetarles sus horas de comida.

Es muy sencillo salir de vacaciones con el gato, no olvides mimarlo y darle un filete de vez en cuando para que se relaje y se sienta bien fuera del hogar. Lleva su juguete preferido.