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En verano las mascotas están expuestas a riesgos tales como golpes de calor, extravíos, picaduras de insectos o aguas contaminadas. Ello dependerá de la zona que elijas para pasar tus vacaciones. Un apartamento u hotel siempre será más seguro que una casa de campo, donde el gato puede escapar, perderse o beber agua no potable de arroyos o lagos. Lo mejor será que le prestes mucha atención y no dejes puertas ni ventanas abiertas.

En épocas de descanso acostumbramos a estar menos pendientes de los detalles, y esto incluye el cuidado de nuestra mascota. Por su parte, el gato sentirá mayor curiosidad al hallarse en un sitio nuevo, y una vez superado el susto del viaje querrá descubrirlo todo. Esta situación le hará más propenso a extraviarse, por lo que es imprescindible que esté bien identificado. Para ello cuentas con el microchip y la placa de identificación.

Atención a insectos y parásitos

Debido al calor y a la humedad, la proliferación de insectos se dispara en los meses de verano. Por eso debes vigilar al gato especialmente en esta época. Ten presente que los principales intrusos —pulgas, ácaros y garrapatas— pueden transmitir enfermedades graves. Es muy importante que tengas a mano los tratamientos adecuados para eliminarlos.

Las mascotas también están expuestas a sufrir picaduras de insectos como avispas, abejas, arañas, etc. Si sospechas que tu gato tiene una reacción alérgica, llévalo al veterinario de inmediato.

Intoxicaciones y trastornos gastrointestinales

Son muchas las sustancias que pueden resultar tóxicas en caso de que el gato las ingiera. Debe evitarse que tenga acceso a aguas contaminadas y alimentos en mal estado, cuidando igualmente de que los productos biocidas y medicamentos estén fuera de su alcance.

Los cambios en la dieta o en los hábitos alimenticios también pueden ocasionar problemas gastrointestinales. Cuando vamos al lugar de veraneo es posible que no encontremos la marca de comida que solemos comprar en el supermercado, y elegimos otro pienso. Esto puede hacer que el gato lo rechace, y en el peor de los casos, generarle trastornos digestivos. Una solución es llevar contigo suficiente cantidad del pienso que come habitualmente. También debes evitar darle demasiadas golosinas o chucherías, ya que pueden agradar a su paladar, pero no a su estómago.

Cuidado con las altas temperaturas

Afortunadamente, los gatos son muy resistentes al calor, y no les molesta tumbarse al lado del fuego. Por este motivo puede permanecer demasiado tiempo al sol, por lo que es necesario tomar precauciones.

Al igual que los humanos, los gatos pueden verse afectados por insolaciones o golpes de calor. Para evitarlo, vigila que tenga siempre zonas de sombra alrededor, y evita la exposición en horas de mayor intensidad solar (entre el mediodía y las 17 horas). También debes proteger sus orejas con un filtro solar, ya que son zonas muy sensibles.

En época veraniega los gatos acostumbran a lavarse más con su saliva, por lo que debes cepillar su pelo con mayor frecuencia. De esta forma evitarás que se formen bolas de pelo en el interior de su estómago.

Con estas sencillas medidas tu gato y tú disfrutaréis del tiempo libre con garantías, y sin sufrir ningún contratiempo.

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